Investigación formativa e investigación en sentido estricto.
El hombre y sus misterios, sus deseos por descubrir y más que todo descubrirse, descubrir su entorno y cómo funciona todo, es eso, su motor de curiosidad, su hambre de conocimiento es lo que lo hace avanzar, desarrollar nuevas formas de vida o simplemente un pensamiento distinto. El proceso de búsqueda lo atrae le gusta y cada vez lo hace más a menudo eso lo deja con sed de más.
El docente que desea introducir la investigación en la educación de sus estudiantes, en el aula, darles el placer de conocer, de empaparse ellos mismos de conocimiento (del que a ellos les atraiga más), por sus propios medios, pero sin dejarlos a ellos solos en el proceso, porque es necesario un guía que les demuestre los pasos, los métodos y como llegar a algo concreto y veraz. El ser más importante en el proceso de investigación formativa es el estudiante, sin él nadie se formaría como investigador y sólo se dictaría una cátedra vacua. Lo más importante para iniciar este proceso es darle la chispa, entablar una relación duradera, conectar la curiosidad con el emprendimiento, ya que todos tenemos ese espacio de dudas pero no como resolverlas, el maestro le da la herramienta, la guía y el empujón para su éxito.
También es importante darle a conocer que todo esto da unos frutos que muy probablemente pueden ser vistos por una comunidad más amplia, entonces se necesitan unos controles, unas normas, algo sistematizado que coordine estos resultados dándole nivel, una organización y un estándar profesional al mismo tiempo que se reconoce la fiabilidad del proyecto.
El docente que desea introducir la investigación en la educación de sus estudiantes, en el aula, darles el placer de conocer, de empaparse ellos mismos de conocimiento (del que a ellos les atraiga más), por sus propios medios, pero sin dejarlos a ellos solos en el proceso, porque es necesario un guía que les demuestre los pasos, los métodos y como llegar a algo concreto y veraz. El ser más importante en el proceso de investigación formativa es el estudiante, sin él nadie se formaría como investigador y sólo se dictaría una cátedra vacua. Lo más importante para iniciar este proceso es darle la chispa, entablar una relación duradera, conectar la curiosidad con el emprendimiento, ya que todos tenemos ese espacio de dudas pero no como resolverlas, el maestro le da la herramienta, la guía y el empujón para su éxito.
También es importante darle a conocer que todo esto da unos frutos que muy probablemente pueden ser vistos por una comunidad más amplia, entonces se necesitan unos controles, unas normas, algo sistematizado que coordine estos resultados dándole nivel, una organización y un estándar profesional al mismo tiempo que se reconoce la fiabilidad del proyecto.